Ella sólo buscaba un beso sincero, un abrazo que le juntara sus piezas rotas. ¿Acaso no la miraste a los ojos? Como te sonreía y sin decir una palabra gritaba “me siento sola”. Ella es un huracán, sus vientos son tan fuertes que puede envolverte en la pasión mas desenfrenada, su cuerpo dispuesto no conoce frenos.
Ella se abre, ella te deja entrar, ella te abraza como quien se aferra a un poste en medio de un tornado, buscando no dejarse arrasar por sus propios miedos. Ella puede ser la calma mas absoluta, la orilla de un océano tranquilo, pero si te sumerges no podrás evitar ahogarte en sus olas tempestuosas, ella sólo quiere unos brazos que la carguen de vez en cuando, cuando el cansancio la domina, cuando la vida la golpea.
Ella ha tenido que repararse sola tantas veces, que le asusta dejarse ver con tantas cicatrices, se las cubre con sonrisas y miel, se las cubre con sexo y placer.
Ella… la que escribe en el diario de Una Puta Enamorada.